La importancia de estirar y calentar



En tenis de mesa, como en cualquier deporte, saltar a la mesa sin calentar es como intentar correr un coche sin aceite: puede funcionar un rato, pero el desgaste será enorme. El calentamiento prepara músculos, articulaciones y sistema cardiovascular para el esfuerzo, reduciendo el riesgo de lesiones y mejorando el rendimiento desde el primer punto. 

Un buen calentamiento combina movimientos generales, como trotar suavemente o hacer saltos laterales, saltos con la cuerda, o con ejercicios específicos para los músculos más implicados: hombros, muñecas, codos, espalda y piernas.

Después, los estiramientos ayudan a mantener la flexibilidad y a recuperar mejor tras el esfuerzo. Los estiramientos estáticos, mantenidos entre 15 y 30 segundos, son útiles después de jugar, mientras que antes es mejor apostar por estiramientos dinámicos que activen la musculatura sin bloquearla. 

Algunos ejercicios habituales incluyen rotaciones de hombros, balanceo controlado de piernas, torsiones suaves de tronco, y estiramiento de muñeca y antebrazo (especialmente importante para evitar tendinitis). Dedicar 10 minutos a calentar y estirar puede ahorrarte meses de parón por lesión, así que no lo dejes para “cuando tengas tiempo”. 

En el tenis de mesa es muy importante la elasticidad: se hace golpes con movimientos muy distintos, en ocasiones con las piernas muy flexionadas, y también hay muchos desplazamientos laterales. ¡Es importante estirar bien para evitar lesiones!