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Distintos tipos de pelota de tenis de mesa |
A primera vista, todas las pelotas de tenis de mesa parecen iguales: pequeñas, redondas y ligeras. Pero, amigo mío, como pasa con los helados, hay muchos “sabores” y cada uno tiene su momento.
Hoy en día, todas las pelotas homologadas son de plástico (adiós celuloide, te echaremos de menos… un poco). El tamaño estándar es de 40 mm, y el peso, 2,7 gramos. Pero lo que cambia es la calidad y el uso:
Pelotas de entrenamiento: suelen tener 1 o 2 estrellas (o ninguna). Son más baratas, resistentes y pensadas para que sobrevivan a sesiones eternas de multibolas. Perfectas para practicar… aunque no sean un prodigio de precisión.
Pelotas de competición: llevan 3 estrellas y están homologadas por la ITTF. Son más caras, pero ofrecen un bote más uniforme y predecible. Esas con las que, si fallas, ya no puedes culpar a la pelota (aunque todos lo hacemos).
Pelotas para robot: normalmente más ligeras y económicas, diseñadas para máquinas lanzapelotas. No es buena idea usarlas en partidos serios: el bote puede ser tan raro como el de una piedra en el agua.
También hay variaciones en el color: el blanco y el naranja son los más comunes, y su elección suele depender del color de la mesa y el fondo de la sala. El objetivo es que la pelota destaque… no que se camufle como ninja.
En resumen: no todas las pelotas son iguales. Elige bien según si vas a entrenar, competir o simplemente divertirte lanzando pelotitas a un gato (cosa que, por cierto, no recomendamos oficialmente).
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Pelota de entrenamiento |
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Pelota de competición |